En el acontecer de los días, ya sea en la noche, en la mañana, en el silencio del ocaso o en resurgir de cada amanecer, la vida te requiere, te sonríe y te reclama; entonces ¿por qué golpearla?, ¿hasta cuándo vas a seguir perdiendo el tiempo buscando fuera a tu adversario?
La vida te contempla con paciencia infinita, no es ella quien te golpea, sino tu miedo y tu soberbia. Que tu armadura sea tu humildad, el respeto, la comprensión, el amor, la sabiduría y el poder, y que tu espada sea la Verdad.
Por eso te digo: cuando por fin entiendes que el Propósito es luchar para la vida y no para la muerte, esa lucha contra la vida se convierte en un baile en el que te fundes con ella y te muestra con Amor Incondicional por qué caíste tantas veces, y lo hará sin juzgarte.
Y así, cuando sientas ese baile con la vida, te fundas con ella, moviéndote armónico al ritmo de la música que te marca el Universo, sintonizando con lo que realmente eres, ahí y solo ahí es cuando empieza ese arte de la más pura luz en movimiento que es el Aikido.
Para el que llegue hasta aquí leyendo la entrada, deciros que esto lo ha escrito una persona que en su vida a practicado Aikido u otra arte marcial, y que la inspiración del texto le ha venido viendo una foto de Endo Sensei, y un video del mismo. Para que veamos hasta donde profundiza nuestro maestro.
ResponderEliminarFantástico guille, da para reglreflexi onar
ResponderEliminarGracias Guille por compartir tan bonito y profundo mensaje
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