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Entrevista a Luis Mochón

Pregunta.- ¿Me podría definir lo que es el Aikido?

Respuesta.- Es una forma de armonizar y de integrar los conflictos. Si hay un conflicto, en vez de chocar entre los dos podemos conseguir unirnos y de ahí, sacar algo creativo. Es decir, lo interesante cuando a mi me atacan no es que yo pueda evitar que me hagan daño, sino que también evite hacerle daño al otro y que yo controle el miedo en mi.

P.- ¿En qué consiste esta técnica?

R.- En la práctica existen dos roles, uno defiende y el otro ataca. Pero realmente no se ve al otro como un enemigo sino que el que ataca, utiliza una técnica marcial como un ataque, un agarre o un golpe pero las herramientas marciales son herramientas para trabajar nuestro interior. Cuando recibes ese ataque hay que intentar armonizar con él, cambiar con él, adaptarte con el ataque. En este proceso de adaptación, lo que consigues es que el otro se desequilibre, que acabe incluso inmovilizado en el suelo pero sin la necesidad de hacerle daño. Su planteamiento es no ver al otro como el enemigo sino ver al enemigo dentro e intentar vencerlo.

P.- ¿Qué se trabaja con esta práctica?

R.- Se trabaja mente, cuerpo y espíritu. El cuerpo se entrena para estar cada día más flexible, más relajado ante una situación extrema y el cuerpo intenta adaptarse a los cambios. La mente igual intentamos enfocar y parar la mente y lo que hacemos es crear una mente flexible para adaptarnos mejor a los cambios. El Aikido es una forma de armonizar y de integrar los conflictos.

P.- ¿Qué beneficios puede tener la práctica de este arte marcial para una persona?

R.-Controlar el miedo, la tensión, la agresividad, concentrar la mente en escuchar el ataque del otro. En el Aikido lo que buscamos es que se sepa enfocar la mente a un estado en el que no veamos al otro como el enemigo sino que sepamos escuchar su fuerza, sentir su intención… y eso lo estas transformando en algo creativo, en algo pacifico en algo que no duele, en algo que es incluso estético. Al estar entrenando tu mente todos los días hace que eso malo que te está pasando, lo acepte, de manera que podamos adaptarnos mejor al cambio, en ese momento te cambia el mundo.

P.- Si el Aikido es un arte en el que no existe la violencia, ¿puede ser aplicable como defensa personal en una agresión física?

R.- Sí, sin lugar a dudas. De hecho es un trabajo de defensa personal. Para mí y para el maestro Endo sensei, a quien sigo, el aikido lo que busca es la contemplación en la acción, busca que en ese proceso de defensa personal lo importante no es el resultado, lo importante es cómo está el cuerpo y la mente de las dos personas que se enfrentan. Consiste en acabar con la agresión sin dañar al agresor, con el que se pretende no usar la violencia, ni el exceso físico. La meta sería conseguir que el agresor acabará entendiendo lo equivocado de su acción.

P.- El maestro Morihei Ueshiba, fundador del Aikido, decía que cuerpo y mente deben estar encaminados como uno, unificados con la actividad del universo. ¿Qué quiere decir esta frase? ¿Qué significa para usted?

R.- Esa es la conciencia de la unidad. Cuando tu desarrollas una conciencia unificada en ese momento desaparecen los enemigos en el mundo porque todo esta unificado en el Universo. Ya no hay enemigos, lo único que existe son comportamientos equivocados por eso hay que corregirlos, pero la forma de corregirlos no es con la violencia. La idea del Aikido es convencer al otro de que su comportamiento está mal, es equivocado, eso es lo que significa esta frase.

Consiste en acabar con la agresión sin dañar al agresor, con lo que se pretende no usar la violencia

P.- ¿Qué ha supuesto para usted practicar Aikido en tu vida diaria? ¿Ha experimentado algún cambio?

R.- Es algo que te transforma desde dentro, tanto que llega un momento en que lo necesitas. Lo primero que te trae es serenidad. Lo más importante del Aikido es que te ayuda a encontrar equilibrio, te ayuda a ser consciente de tus emociones, de donde vienen esas emociones, y al producirse eso tu vida cambia y te vuelves mucho más sereno y flexible. Si consigues eso realmente la vida es distinta, todo cambia. A mí, sobretodo, me ha dado mucha serenidad y equilibrio.

P.-¿Cuál es el perfil de sus alumnos?

R.-No es un perfil uniforme. Tengo alumnos que se dedican al mundo de la seguridad como policías o militares, que en un principio buscaban la defensa personal pero que, hoy día, buscan estar equilibrados y emocionalmente serenos, que es la base de una buena defensa personal también. Luego, también hay personas que buscan mejorar su autoestima y otras que no saben lo que buscan pero cuando entran en el Aikido contactan con el problema que tienen y les ayuda a superarlo. Los problemas pueden ser miedos físicos y emocionales, o falta de control, y el Aikido es como una especie de bálsamo para las heridas. También hay mujeres maltratadas que vienen a recibir clase pero no porque yo les pueda a enseñar a defenderse mucho sino porque yo les puedo introducir en un entorno de mucho equilibrio y les puedo ayudar a combatir su miedo. Con mis alumnos formamos una gran familia. Cuando llega alguien a la escuela les digo siempre el Aikido va a cambiar tu vida

P.-¿Qué quieres conseguir con la práctica del Aikido?

R.-Yo quiero cambiar el mundo, yo busco que cambie, está claro que esto no funciona. Para ello hay cambiar la sociedad y cada persona tiene que cambiar por dentro. Entonces yo creo que si a cada persona que va a mi dojo los conecto con su interior, van a cambiar lo que le rodea. Hay que poner el reino del espíritu en la tierra como decía el fundador, Moriehi Ueshiba. Con la práctica del Aikido desarrollaremos una conciencia más cooperativa, creativa y unificada que generara paz y armonía.

P.- A su juicio, ¿qué es conseguir el éxito en la vida?

R.- Tener éxito en la vida, para mí, seria todo lo contrario a lo que nuestra sociedad considera éxito. Es volvernos conscientes de la misión que tenemos en la vida, entonces seremos felices y, para mí, ser feliz es conseguir el éxito. Cuando encuentras el sentido de tu vida en ese momento puedes enfocar tu camino en una dirección y cuando lo enfocas eres feliz pero por supuesto esa felicidad es algo que no se puede encontrar fuera, que, para mí, está dentro de cada persona. Yo soy muy feliz porque creo que cada vez soy más consciente de qué es lo que hago aquí y tengo claro que estoy aquí para aprender, por eso todo me sirve y puedo aceptarlo de una forma serena.

P.- En una de sus conferencias, dijo que controlando la mente podíamos conseguir lo que queramos...

R.- Es algo casi científico. Está demostrado que cuando una persona utiliza bien su mente y controla sus pensamientos y se hace un esfuerzo por generar pensamientos positivos, la mente los genera y generalmente el mundo cambia a tu alrededor. Eso pasa porque todo lo formamos con el poder de nuestra mente. Las cosas no cambian tanto si eres capaz de aceptar una mala noticia al igual que una buena, si es así, tu felicidad es permanente. En función de cómo tú controles esa reacción mental, tú puedes conseguir lo que quieras.

P.- Entonces ¿cree que a los políticos les vendría bien realizar esta práctica?

R.- Yo creo que en España y en el mundo, en general, tenemos un problema muy serio con los políticos. Están muy alejados del mundo del Aikido. Es una cuestión de poder y mientras la política se base en eso no van a cambiar los políticos. Si la política se basara en administrar los recursos que tenemos para ser felices y para que haya para todos entonces la situación sería distinta pero eso es imposible en los políticos de hoy día. Ellos lo único que hacen es ponerse en una situación superior, son los que dominan al pueblo, por eso vivimos en un mundo que para vivir nosotros pisoteamos al tercer mundo. Pero a un político no le conviene pensar en estas cosas. Si desarrollaran una mayor conciencia espiritual, todo cambiaría pero eso es imposible porque eso es anti-poder, han establecido el régimen egoísta. Realmente creo que vivimos en territorio enemigo y hay que luchar porque eso cambie, sino esto no tiene solución.


“Si conectamos con nuestra esencia espiritual y conseguimos transmitirla al exterior, el mundo cambia”

Entrevista a Luis F. Mochón, mi maestro de Aikido
Viernes, 25/11/11
Granada Digital

ALGUNAS BONDADES DEL AIKIDO

Hace ya, y a la vez hace solo seis años que comencé la práctica de esta disciplina marcial, y no ha pasado un solo día que me alegre de haber elegido la misma, pues la elegí por una serie de valores y principios que encontraba en ella que se compartían con los que yo deseaba poseer en mí vida.

Pero poco a poco fui descubriendo que en realidad con lo que yo había sintonizado con esta práctica marcial solo era la punta del iceberg dentro de las posibilidades que poseía la misma dentro de mi evolución como persona.

Al comienzo la mayor relevancia la adquiría el apartado del físico, encontré una actividad física que me permitía mejorar mi condición física, adquirir un mejor conocimiento y control de mi cuerpo, así como desarrollar plenamente sus capacidades, consiguiendo de este modo fulminar el miedo adquirido a lo largo de los años de encontrarme en un estado de debilidad, tanto física como anímica, y para colmo me lo proporcionaba una actividad que a la vez me hacía disfrutar plenamente de cada uno de sus momentos, sin necesidad de sufrir con el aprendizaje ni de monotonía, de aburrimiento, de un cansancio extenuante, u otras formas de sufrimiento, compartiendo con mis compañeros de práctica mi evolución y mi aprendizaje.

Una vez adquirido un nivel mínimo de conocimiento físico es cuando se produjo un cambio en mí, esta vez ya no era suficiente con la mejora de mi condición física, o con la adquisición de más conocimientos técnicos y sus aplicaciones para mi vida real. Fue en este momento cuando mi salto en la práctica me llevó a preguntarme sobre mi estado mental, mi afrontamiento del conflicto como lo enfocaba, que ocurría en mí cuando no conseguía superar los obstáculos de mi proceso de aprendizaje. Aquí se produjo un momento de inflexión donde yo debía decidir si continuar aumentando mis conocimientos o decidir si utilizar los que poseía para cambiar algo más dentro de mí, para dar un paso más y cambiar como utilizarlos.

Comencé una observación minuciosa de qué iba ocurriendo en mí, pude observar como ante determinadas situaciones los procesos mentales que se generaban en mí y las reacciones que asumía ante las mismas eran similares y comencé a indagar como cambiar las mismas, inicié un proceso de búsqueda de cómo cambiarlas, de que las originaba, de donde nacían y si en mi vida diaria o pasada se habían producido o se estaban reproduciendo de manera similar.

Y para mi sorpresa me di cuenta de que no era suficiente con centrarme en mis procesos mentales para dar ese paso, se hacía necesario llegar más allá, profundizar un poco más en mi ser y averiguar que generaba los procesos mentales que, o bien facilitaban mi progreso o bien lo ralentizaban. En este proceso de introspección, es donde descubrí el efecto de las emociones que generaba en la práctica, me di cuenta que no solo los procesos mentales estaban relacionados con mi evolución, sino que estos estaban directamente asociados a las emociones que hacían que apareciesen unos u otros.

Las emociones entraban en un juego a tres, físico, mental y emocional se unificaban para avanzar juntos en un camino en el que me encuentro inmerso y que cada día de práctica me descubre algo nuevo. Es fascinante como al tomar conciencia de estos tres elementos la práctica se enriquece hasta límites insospechados, es emocionante como una sola técnica de Aikido puede proporcionar multitud de elementos a trabajar con uno mismo, y precisamente el hecho que un gran maestro como es Endo Sensei nos plantee en su XV Seminario en Granada que lo más importante en la práctica es observar en que estado interno nos encontramos cuando estamos practicando, confirma mi proceso de evolución y me reafirma en la multitud de Bondades que posee el Aikido.

Por supuesto, son multitud las emociones que podemos generar, según los estudios realizados de las mismas, las más básicas y que poseen relevancia con nuestra práctica serían; alegría-tristeza, miedo-seguridad, ira o rabia-serenidad, sorpresa. Todas ellas en origen tenían la función de permitir nuestra supervivencia en el planeta, nos permitían sobrevivir en un entorno donde eran necesarias, pues una serie de elementos externos (depredadores, miembros de otras tribus…) influían en dicha supervivencia.

Sin embargo los elementos que actualmente las generan son internos, el miedo a dejar de existir como entes individuales, o mejor dicho el supuesto miedo, nos lleva a activar emociones que lo que consiguen es el efecto contrario, un efecto nocivo para nuestro progreso como especie, donde entender el individualismo como premisa nos aísla de los demás, y no permite que avancemos, pues nos encontramos en un galeón navegando solos, en lugar de navegar con otros, y provocamos que poco a poco los demás vayan saltando por la borda y viajando en otro barco juntos, pero separados de nosotros.

Este barco nos pretende llevar al mismo lugar a todos, este lugar es la Felicidad, pero no somos conscientes de que en realidad, al comportarnos de un modo individualista, generamos emociones internas y nos apoyamos en que los demás las han generado, sin reflexionar un poco, para darnos cuenta que los demás no tienen poder sobre nosotros y nuestras emociones si nosotros no se lo damos, y que en realidad las emociones las generamos nosotros al activar mecanismos internos, que no puede activar nadie salvo nosotros, y que los demás lo único que hacen es ser catalizadores para que nosotros las activemos, si no reflexionamos sobre ello, cualquier cosa que hagamos Aikido, Fútbol, Meditación, Yoga, Tai-chi, Natación, Pintura, Danza, Escritura… nos llevará al Éxito, pero no a la FELICIDAD, pues ambos son conceptos que pueden darse unidos pero que no necesariamente conllevan el uno al otro, aunque si puedan hacerlo.

 

Conversarion entre O Sensei y Saotome


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Texto extraido de: AIKIDO: o la armonia de la naturaleza.

( Conversarion entre O Sensei y su Uchi Deshi )

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Decidí leer El libro de los cinco anillos, de Musashi Miyamoto. Apenas había comenzado cuando la voz de O Sensei interrumpió mi lectura, "¿Estas allí Saotome ?". Y entro. "Ah, veo que lees El libro de los cinco anillos. Con la obra de Confucio sobre la estrategia militar, es sin duda el libro mas leído por los militares, los políticos y los hombres de negocios. Supongo que también habrás leído el otro. Presta atención, Saotome. Leer no significa comprender".

Sin quitar la vista del libro y conteniendo un suspiro de resignación respondí. "Sí Sensei. Recordare su consejo". O Sensei, como era su costumbre continuó. "Es loable seguir estudios literarios, pero no pierdas el verdadero objetivo de tu entrenamiento. Pregúntate que es el do del Aiki. Es el Budo que rehusa tener enemigos. Es el do victorioso que no vierte ni una sola gota de sangre, que pone fin a los conflictos antes de que estallen".

"El Aikido no es la vía de la debilidad y la huida pues el Budo pertenecen a quien están armados de fuerza y voluntad. La vía debe conducir a un mundo de interés y respeto mutuos". Después de una pausa breve. O Sensei me pregunto si me importaba masajearle el hombro. En este momento, me sentia contento de su visita, de verlo de tan buen humor y entonces, empece a hacerle un masaje shiatsu. "Saotome, no te sirvas de la fuerza física. No siento pasar el ki a través de tus dedos, tu masaje es rígido, sin vida. Espera, para un momento, trata de fundirte con el ki del Universo y concéntralo en tus manos". Sin llegar a comprender lo que me explicaba, procure seguir lo mejor posible sus consejos, apretando con todas mis fuerzas. Pero, el se rió y dejo que su cuerpo de fuese para atrás, contra mis manos. Y yo no podía sostenerlo. Enderezándose de repente, dijo: "Escucha bien, Saotome. No es leyendo libros como mejoraras tu carácter y encontraras la sabiduría. La sabiduría solo puede sobrevenir de la experiencia. Tu cuerpo y tu mente deben impregnarse del universo y la naturaleza que te rodean. Tu alma debe reflejar esta sensación, te apartaras así de toda visión corrompida y deformada". Su voz, sus palabras, llenas de promesas de la revelación me dejaban sin aliento. Buscando un sentido oculto en cada palabra, mi mente estaba absolutamente unida a su voz. "Ah", dijo, "no te disperses, tu mente acaba de abandonar tus manos. Mis palabras te han distraído y el ki se ha ido de tus dedos".

Incluso al hablar de la sabiduría de la experiencia, O Sensei me había demostrado que las palabras pueden fácilmente convertirse en fuente de turbación y distracción. Me enseño que perdiendo la concentración podía descubrir su poder y empece a comprender que la practica de Aikido no debía limitarse al entrenamiento en el dojo. O Sensei agrego: "Conocer un movimiento de Aikido es solo el primer paso. Sin acción, este conocimiento carece de sentido, si un criminal lee la obra de Musashi, al interpretarla con su mentalidad criminal conocimiento destructivo del El libro de los cinco anillos. Del mismo modo, un lector inadvertido puede deformar el libro de Confucio y sacar conclusiones perjudiciales. Sin pureza de alma no puede accederse a la verdadera vía del sable. ¿ Puedes ver la relación?". Al fin, todo me parecía claro y asentí.

"Agatsu significa la victoria sobre uno mismo a través de la pureza del alma. Masagatsu es la victoria justa, la buena vía. Katsu bayabi es el despertar espiritual fuera del tiempo y el espacio. La asociación de estas expresiones constituye la base del shugyo. Sin esta sabiduría no hay posibilidades de desarrollo." Escuchando sus palabras, empece a darme cuenta de la magnitud y la responsabilidad del entrenamiento del Budo.

"Debo advertirte. Saotome. Muy desgraciado es quien nunca conoció la derrota. Sin conocer la otra cara de la victoria, no queda mas que esperar la derrota ante un adversario de mayor fuerza. La embriaguez que provoca las victorias continuas puede resultar peligrosa. No permite conocer los propios limites, cuanto más se pospone la derrota más devastadores serán sus consecuencias el día que se presente". "A propósito, Saotome. ¿ Cómo es el libro ? ¿ Lo encuentras interesante ?.

"Sí Sensei. Aunque creo comprender el conjunto, tengo muchos problemas para entender el sentido profundo."

"Es normal. La teoría solo basta para permitir la comprension de bujutsu. Tu propio Shugyo. No puede cumplirse sino a través de sus experiencias. A propósito de Musashi ¿ conoces esta historia ? Musashi residía en un lugar llamado Kogura, en Kuyshu. Cierto día, mientras esperaba la hora de cenar, un maestro de sable a quien desconocía se le acerco para pedirle consejos técnicos. Después de una conversación breve, Musashi juzgo que el desconocido era un hombre experimentado y le manifestó su respeto. Considerando que merecía plenamente dicho cumplidos, el desconocido le enseño su sable y se vanaglorio de sus numerosas victorias. ¡ Que imbécil !, penso Musashi. Con semejante actitud, ¿ cómo podía creer que iba a sobrevivir ?.

Musashi pidió, entonces un Bol. de arroz. Cogió un grano y lo pego a un pelo de su sirviente, justo por encima de la frente. 'Mira bien', exclamo Musashi Y con la rapidez de un rayo, desenvaino el sable y corte el grano de arroz en dos partes iguales sin tocar el pelo del criado. ¿ Puedes hacer lo mismo ?, pregunto al desconocido. El extranjero, impresionado por lo que había visto, retrocedió un poco separándose de aquel sable increíble y se deshizo en excusas, repitiendo que su talento era muy inferior a lo que acaba de presenciar. Tras guardar el sable Musashi dijo: ' Ni siquiera quien tiene talento puede estar seguro de salir airoso y entero de un Shiai (duelo). Un verdadero artista marcial jamas buscaría abiertamente un desafío. Ante un reto, uno ha de tratar de abandonar el lugar de Shiai sin pelear'. El extranjero se excuso por su ignorancia y le dio las gracias por la valiosa lección recibida".

O Sensei hizo una pausa antes de continuar: "Creo que la razón por la que Musashi resistió tanto tiempo a la muerte y sobrevivió a tantas pruebas radica en el hecho de que no solo sabia ganar, sino también evitar el combate. Al rehusar el reto, admitía la derrota. Atribuyo buen numero de sus victorias a la suerte. Conocía sus limites. Había estado en ambos lados de la barrera. La única manera de protegerse es enfrentando al miedo y a la muerte.

" Para conquistar al enemigo has de conquistarte a ti mismo. Esta es la enseñanza del Taoísmo. El verdadero vencedor es el que se aparta de todo conflicto y evita el derramamiento de sangre sea de un lado o del otro. Ya sabes que en cierta ocasión recibí las amonestaciones del kami, dijo con complacencia O Sensei. 'Ese fue el momento mas terrorifico de mi vida' ¿ qué es lo que más temes ?." " Muchas cosas, Sensei" "Eso esta bien. El día que dejes de temer o sentirte débil será el fin de tu destino".






















El Aikido y la Plegaria por la Paz en el Mundo



Texto de "Hibiki" por Masahisa Goi Sensei

Las artes marciales parecen haber sido creadas para la guerra y para la lucha.

Está claro, sin embargo, que después que el Aikido del maestro Morihei Ueshiba se propagó por el mundo, este arte ha pasado a ser una forma de perfeccionamiento que conduce hacia la armonía absoluta.

Después de haber encontrado a Morihei Ueshiba, y de fundirme con él en el mismo corazón, podemos decir que el Aikido y la Plegaria por la Paz en el Mundo comparten el mismo origen, si bien lo manifiestan de formas diferentes.

Al observar las técnicas de Aikido, comprendemos claramente que el vacío, enfrentado a la realidad, entra dentro del proceso de la disolución de las formas. Dichas técnicas manifiestan el principio que proclama que, frente a la luz, las tinieblas no existen y que en el interior de las formas armoniosas lo discordante no puede existir.

El Aikido no nace de una concepción en la que el mundo es considerado una relación de fuerza de la Gran Armonía que sobrepasa a aquella fuerza relativa de las armas y la violencia. Como el equilibrio de estas fuerzas relativas pertenece al mundo de las vibraciones kármicas, inevitablemente llegará el momento en que dicho equilibrio sufrirá una ruptura.

La fuerza que posee el Aikido no es relativa porque se trata de la fuerza-luz que proviene del mundo de la Gran Armonía. Las acciones que se originan en pensamientos kármicos no armoniosos se disuelven al enfrentarse a esta fuerza-luz, por lo que respecta a las formas, esta fuerza no hace más que despojar de su fuerza al karma agresivo del oponente.

Este Camino del Aikido es un principio en sí mismo, basado en el mismo principio en el que se basa la Plegaria por la Paz en el Mundo, que sin que lo notemos va disolviendo las enfermedades, el infortunio y las contrariedades existentes, para así conducirnos por el camino de alegría y el bienestar. Es decir, que es el aspecto de Dios Unico Original, de la concentración de la Gran Armonía, que este mundo no tiene existencia propia y que las formas que uno observa como discordantes e incompletas no son más que los pensamientos y las acciones provenientes de mundos pasados en su fase de disolución actual.

Entonces, antes de desanimarse o dudar, es preferible aceptar este principio de disolución de las formas y franquear el Camino del Aikido o llevar una vida basada en la Plegaria por la Paz en el Mundo, ya que así se logrará la certeza de que este mundo se transformará en el Reino de Dios, en el mundo Divino.

Yo creo que la Plegaria y el Aikido se semejan por el hecho de que ambos permiten que el yo viva constantemente unido a Dios aunque los otros se comporten con violencia, y pueda revelar la armonía absoluta y la luz sin enemigos. Yo creo fervientemente que a través de estos caminos puede establecerse la Paz en el Mundo".



BREVE BIOGRAFÍA DE O´SENSEI

Morihei Ueshiba



(Tanabe, Wakayama, 1883 -Ayabe, 1969) Maestro de artes marciales japonés. Creador de la disciplina del Aikido, término que puede ser traducido como 'arte de la paz', y considerado uno de los mejores Dai-sensei ('Gran maestro') de la historia de las artes marciales. Provenía de un linaje de samurais campesinos. Su padre, un próspero terrateniente que también tenía negocios madereros y pesqueros, fue un hombre muy respetado por la comunidad, que sirvió en los consejos municipales, se enfrentó a los políticos corruptos y a sus ronin ('mercenarios') y educó a su hijo con un fuerte sentido del deber filial en el bushido (el 'Camino del Guerrero').


Ueshiba, en justa correspondencia, reverenció a su padre durante toda su vida. Fue un niño débil y enfermizo, afligido  constantemente por la devastación de la guerra y las brutalidades de los líderes políticos; fue superando sus limitaciones físicas mediante ejercicios que robustecieron su cuerpo, y su espíritu a través de la meditación budista, aprendida de la secta Shingon, a la que pertenecían sus padres.


En 1901, terminados ya sus estudios secundarios, se dirigió a Tokio para abrir una papelería, el Almacén Ueshiba, que distribuía material y artículos de escritorio para los colegios, pero cayó enfermo y el negocio no prosperó.


Volvió de nuevo a Tanabe y se unió a un grupo de artes marciales dirigido por el maestro Tozawa Tokusaburo; al año siguiente comenzó el estudio de los principios del sable en la escuela Yagyu Shikage. En 1903 contrajo matrimonio y, casi inmediatamente, se alistó en el Ejército Imperial de Japón para luchar en la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905). Fue enviado a la reserva, en Osaka, y luego a Manchuria, pues se le consideraba demasiado pequeño de estatura para prestar servicio activo. A su vuelta a Tanabe siguió aprendiendo los principios de la Yagyu-Ryu, bajo la tutela del maestro Nakai Masakatsu, de cuyas manos recibió el título de instructor de artes marciales en 1908, lo cual le permitió abrir su propio dojo.


En 1912, con veintinueve años, reclutó un centenar de personas, campesinos y militares, y marchó a la isla de Hokkaido, donde fundó un pueblo al que llamó Shirataki. En aquel momento la prefectura se acababa de abrir al desarrollo y acogía a todos los colonos que desearan trabajar la tierra. Durante siete años ejerció la jefatura de esta nueva colonia y cultivó la tierra, sirvió en el consejo municipal y contribuyó al desarrollo de la región.


Allí trabajó el campo, mientras continuaba con durísimos entrenamientos. En 1915 se había encontrado por casualidad en una posada con Takeda Sokaku, maestro de esgrima de la escuela Daito, quien le admitió como discípulo y le instruyó en el arte de la espada (algunas de cuyas técnicas incorporaría Ueshiba al aikido más tarde) pero, al no encontrar lo que buscaba junto a él, se volvió.


En 1920 murió su padre de una enfermedad, lo que supuso un duro golpe para él. Abandonó Hokkaido y regresó a su ciudad natal, presa de una terrible aflicción psíquica. Marchó luego a la ciudad de Ayabe, donde conoció a Deguchi Onisaburo, cabeza de la secta religiosa Omoto, derivada del Shinto meditativo, en cuyas enseñanzas encontró cierto consuelo. A petición del anterior estableció en la ciudad un nuevo dojo, destinado a instruir en las artes marciales a los seguidores de la secta. Los ocho años que estuvo allí, hasta que se trasladó a Tokio en 1927, fueron formativos para él. Estudió filosofía Shinto y se dedicó por completo al budo (el 'Camino de las artes marciales').


Durante este tiempo hizo un paréntesis para viajar junto a Onisaburo hacia Mongolia interior, en busca de un lugar donde establecer un centro de todas las religiones, que sería base de un nuevo orden social y político. Pero las condiciones que en Mongolia se vivían por entonces, violentas e inestables, hicieron peligrar sus vidas, pues fueron atacados varias veces por soldados nacionalistas chinos y bandidos.


Entre las muchas anécdotas que existen sobre la vida de Ueshiba, una de las más conocidas tuvo lugar precisamente en esta región. El grupo se dirigía a su destino en el distrito de Xing'an cuando, en un paso próximo a Tongliao, cayó en una emboscada y cientos de balas empezaron a llover sobre ellos. Todo parecía indicar que la muerte era inevitable, pero Ueshiba permaneció imperturbable: el control que había adquirido sobre su cuerpo le permitía esquivar las balas con un ligero movimiento.


En 1925, tuvo Ueshiba la primera de las visiones que habían de transformar su vida. Contaba por entonces cuarenta y dos años, y un día salió al jardín de su dojo en Ayabe, donde fue desafiado por un oficial armado con un sable, al que hizo frente con sus manos desnudas; cada vez que el militar atacaba, Ueshiba se movía ligerísimamente, lo justo para evitar la estocada, hasta que el otro, exhausto, desistió. Inmediatamente después de este suceso se encontró identificado con el sol, la luna y las estrellas y se vio a sí mismo como el universo; había experimentado lo que en japonés se llama el sumi-kiri (la claridad de mente y cuerpo).


Su técnica, de carácter defensivo (no de ataque) y basada en el combate con las manos vacías, cada vez más perfeccionada, llegó a oídos de las altas autoridades militares y políticas de Tokio, ante las cuales hizo una serie de demostraciones en el otoño de 1925. El éxito fue tan grande que el antiguo Primer Ministro, el conde Gonnohyoe Yamamoto, le pidió que impartiera un seminario formativo para oficiales del ejército y figuras prominentes de la Casa Imperial, así que pasó una algún tiempo impartiendo su docencia en los más prestigiosos centros de Japón, como la Academia Naval de Toyama, la Academia de Policía Militar y en el Colegio Militar; un tiempo que Ueshiba, por su parte, aprovechó para instruirse en el arte del Kendo.


Poco después, la secta de Onisaburo fue declarada rebelde por el gobierno, así que en el año 1931, previendo problemas, decidió retirarse de la vida pública y confiar la dirección del dojo donde enseñaba su doctrina, que había ido formulando durante la década de los veinte, a su hijo, Ueshiba Kishomaru.


En 1935, echando mano de sus ahorros, compró unas tierras en los alrededores de Iwama, al norte de Tokio. Estableció una granja donde instituyó un santuario dedicado a su forma de vida (el aiki) al que se retiró; allí aspiraba a unir los objetivos del aikido -nombre que había dado en 1938 al conjunto de prácticas que constituían su técnica-, con una vida dedicada a la agricultura. Muchos fueron los que intentaron frecuentar su dojo, pero Ueshiba no aceptaba a cualquiera; entrevistaba personalmente a los aspirantes y era muy selectivo.


La segunda visión ocurrió entonces, en diciembre de 1940, cuando practicaba una purificación ritual y repentinamente olvidó todo lo que había aprendido y las técnicas a las que había dedicado tantos años de práctica se le aparecieron completamente renovadas. Ahora eran vehículos de conocimiento y de vida, en vez de recursos para destruir a la gente.


Con el estallido de la Guerra del Pacífico en diciembre de 1941, muchos jóvenes fueron llamados a filas y el aikido perdió numerosos alumnos. Fue entonces, en uno de los períodos más dramáticos de la historia de Japón, cuando tuvo la tercera visión. Se dio cuenta entonces de que el bushido había sido malinterpretado, pues el verdadero camino del guerrero era el Arte de la Paz, no el de la Guerra, y debía concretarse en una disciplina creativa del cuerpo y la mente, un medio de manejarse ante la agresión constante de la vida.


En los años inmediatos a la Segunda Guerra Mundial el aikido, junto con las demás artes marciales, fue proscrito por la ley, pero Ueshiba juró junto a un puñado de sus discípulos mantener viva la llama del aikido. El 9 de febrero de 1948 el gobierno le permitió volver a abrir su dojo en Tokio, que fue declarado como una asociación filantrópica, con el nombre de aikikai (Escuela del Aiki).


El aikido ya estaba consolidado como un arte diferente al resto de artes marciales, y la fama de Ueshiba se extendía a lo largo del país. En septiembre de 1956 fue reconocido oficialmente en Tokio y en 1960 hizo la primera demostración pública de aikido, patrocinada por el aikikai. En 1961 viajó a las islas Hawai para asistir a la ceremonia de apertura de un nuevo dojo. Tres años más tarde fue condecorado por el emperador y en 1967 abrió un nuevo dojo en Tokio. Para entonces ya había contraído la terrible enfermedad que luego le llevaría a la muerte, así que se retiró a su granja, donde murió dos años después. Fue sucedido por su hijo, quien recogió sus enseñanzas espirituales en un libro titulado El espíritu del aikido.


Las anécdotas son numerosas en la vida de Ueshiba. Algunas forman parte de la leyenda; otras son realidad, y de ellas fueron testigos sus contemporáneos. A veces fueron filmadas o fotografiadas. Se dice que aun cuando era un anciano de ochenta años y con tan sólo cincuenta y seis kilos de peso, podía desarmar a cualquier enemigo, vencer cualquier número de atacantes e inmovilizar a un oponente con un solo dedo. Nunca atacaba, pues esto significaría haber perdido el control; Morihei era sobre todo un hombre de paz que detestaba toda clase de violencia, y que trataba de evitar el enfrentamiento mediante la armonía.


DICCIONARIO AIKIDOKA

Significado en español de algunos términos de uso habitual en Aikido



AI: unión, idea de juntar
KI: energía vital, lo que mueve las cosas.
DO: camino, filosofía.
BU: designa lo marcial, que refiere a cosas de artes de guerra.
DO: camino o vía
BUDO: artes marciales usadas como filosofía. Camino de vida marcial.
SHOBU AIKI: la sabiduría de vida a través de la práctica del AIKIDO.
KOKORO: corazón, sentimiento, sensibilidad.


DE LAS ARMAS:


BOKEN: sable de madera.
JO: bastón de madera más corto que el bo.
TANTO: cuchillo.
TACHI: espada
JO DORI: defensas contra ataques de bastón.
TANTO DORI: defensas contra ataques de cuchillo.
TACHI DORI: defensas contra ataques de espada.
KUMI: cruzar armas.
KUMI TACHI: cruzar armas con la espada. Ejercicio realizado en parejas.
KUMI JO: cruzar armas con el jo. Ejercicio realizado en parejas.
SUBURI: ejercicio individual, sin compañero.
CHIBURI: movimiento con las katana para limpiar la sangre del enemigo cortado.
KATANA: sable más usado por los samurais.
KISSAKI: la punta de la katana.
SAYA: vaina de la katana.
KOI GUCHI: entrada de La vaina de la katana.

TSUBA: protector del puño de la espada

DE LAS JERARQUIAS:


O-SENSEI: el gran maestro, refiriéndose a Morihei Ueshiba.
SENSEI: maestro, profesor.
DESHI: aprendiz.
SEITO: alumno.
SEMPAI: compañero que ha iniciado la práctica antes que nosotros.
SEMPAI-KOHAI: relación importante alumno antiguo-alumno nuevo en artes marciales.
DOSHU: director jefe de un gran movimiento.
WAKASENSEI: maestro joven, generalmente el hijo de un doshu, quien lo reemplazará.
KANCHO: jefe de un dojo.
SHIHAN: maestro de al menos grado 6º Dan, todos los titulares del Hombu Dojo)
SHIDOIN: instructor
FUKU-SHIDOIN: monitor-ayudante del instructor
SHOSHINSHA: principiante, cinturón blanco
YUDANSHA: practicante con nivel de Dan, cinturón negro)


DEL DOJO:


TATAMI: revestimiento del piso del dojo especial para la práctica.
KAMIZA: lado del tatami donde se ubica el altar o la foto.
SHIMOZA: lado opuesto al kamiza.
JOSEKI: lado izquierdo al kamiza.
SHIMOSEKI: lado derecho al kamiza.
SHINZA: el lugar del altar en el dojo.

DE LA VESTIMENTA:

GI: vestimenta, uniforme.
DOGI o KEIKOGI: vestimenta de entrenamiento.
UWAGI: saco.
ZUBON: pantalón.
OBI: cinturón.
ZOORI: sandalias.
HAKAMA: especie de falda-pantalón reservada a los cinturones negros o a partir del 3º kyu, según escuelas.

DEL LENGUAJE:


DOMO ARIGATO GOZAI MASHITA: muchas gracias.
OMEDETO GOZAI MASHITA: muchas gracias.
ONEGAISHIMASU: ´por favor´, siempre se dice al comenzar la clase o la práctica con cualquier compañero o cuando nos llama el maestro)
DOZO: por favor:
GOMEN KUDASAI: por favor, me autoriza.
MIGI: derecha.
HIDARI: izquierda.


DEL CUERPO:


ASHI: pie.
ATAMA: cabeza.
MEN: cabeza.
HIJI: codo.
HIZA: rodilla.
KOTE: muñeca.
TEKUBI: muñeca.
KUBI: cuello.
UDE: brazo.
MUNE: pecho.
KOSHI: caderas.


DE LA CLASE:


IOSHI: indicación de "prepararse".
REI: indicación de "saluden".
KIRITSU: indicación de "levantarse" después del saludo.
OSOI: indicación de "lento", "despacio".
AWASE HO: ejercicio de entrenar con una o más personas atacando y defendiéndose.
HAZUMI: ejecutar un movimiento con el cuerpo, con habilidad, con técnica.
KI: energía vital o energía de la respiración
AIKI o KIMUSUBI: armonía o unión con el KI.
KIAI: grito para unificar el cuerpo con el espíritu, descarga de energía.
KI WO NERU: entrenamiento de nuestro KI.
KI WO DASU: enviar el ki para el exterior.
KI WO KIRU: cortar el ki.
MA: distancia.
MA AI: distancia de combate.

REIGI: etiqueta.
HARA: abdomen.
SEIKA NO ITEN: el punto uno, centro de todas las energías del ser humano.
UKE o AITE: el que ataca y se defiende cayendo.
TORI o NAGE: el que ejecuta las técnicas.

DE LAS CAIDAS:


UKEMIS: caer defendiéndose con el cuerpo.
YOKO UKEMIS: caídas de costado, laterales.

MAE UKEMIS: caídas hacia el frente.
USHIRO UKEMIS: caídas hacia atrás, de espaldas.
TOBI: saltar.


DE LOS EJERCICIOS:


MOKUSO: sentarse en seiza concentrándose y procurando unidad física y mental.
AIKI TAISO: ejercicios específicos para desarrollar el flujo del ki.

DE LOS ATAQUES:


ATE: golpe con la mano.
MI: cuerpo.
ATEMI: golpe en región vulnerable del cuerpo del enemigo.
TSUKI: golpe de puño frontal.
JODAN TSUKI: golpe del pecho hacia arriba.
CHUDAN TSUKI: golpe a media altura.
GEDAN TSUKI: golpe a baja altura.
ERI: solapa.
GARAMI: entrelazado.
GIAKU: contrario.
JIME: estrangulamiento.
MOCHI: agarrar con las manos.
KATATE DORI: prender la muñeca del mismo lado.
GYAKU KATATE DORI: prender la muñeca del lado opuesto.
RYOTE DORI: prender ambas muñecas.
KATATE DORI RYOTE MOCHI: prender la muñeca con ambas manos.
MOROTE DORI: idem anterior.
SHOMEN UCHI: golpe frontal de arriba hacia abajo.
YOKOMEN UCHI: golpe lateral de arriba hacia abajo.
KATA DORI: prender un hombro por el frente.
RYOKATA DORI: prender ambos hombros por el frente.
USHIRO RYOTEKUBI DORI: prender ambas muñecas por detrás.
USHIRO RYOKATA DORI: prender ambos hombros por detrás.
ERI DORI: prender la solapa por detrás.
FUTARI DORI O FUTARIGAKE: ataque de dos a la vez con golpes o agarres.
TANINZUGAKE: ataque de varios


DE LAS POSICIONES:


HAMMI: posición del cuerpo.
AI HAMMI: posición de guardia con uke y nague con los mismos pies al frente.
GYAKU HAMMI: posición de guardia con uke y nague con distintos pies al frente.
SEIZA: posición de rodillas.
ANZA: posición con las piernas en cruz.

DE LOS DESPLAZAMIENTOS:


AYUMI: andar normal.
AYUMI ASHI: andar normal con la punta de los dedos hacia afuera.
TSUGI ASHI: andar manteniendo siempre el mismo pie al frente.
IRIMI: entrar en el adversario, ir de frente.
OMOTE: idem anterior.
TENKAN: girar el cuerpo. atrás.
URA: idem anterior.
TENKAI ASHI o HENKA: girar el cuerpo sin caminar.
SHIKKÔ: caminar de rodillas, el andar del samurai.


DE LAS TECNICAS:


JUJI: cruzado.
JUJI GARAMI: técnica de cruzar los brazos de uke.
KAITEN: girar o rodar.
UDE OSAE: IKKYO. Inmovilización del brazo.
KOTE MAWASI: NIKYO. Torsión de muñeca.
KOTE HINERI: SANKYO. Giro interior de la muñeca.
TEKUBI OSAE: YONKYO. Inmovilización de la muñeca.
UDE NOBASHI: GOKYO.
KOTE GAESHI: girar la muñeca en la dirección opuesta contraatacando.
SHIHO NAGE: proyectar hacia los cuatro puntos cardinales.
OSAE: aprisionar en el suelo, ejercer presión sobre.
HENKA WAZA: cambio de una técnica a otra.
RENRAKU WAZA: técnicas encadenadas.
JIYU WAZA: técnicas libres que nage va aplicando sin preconcebir.
KATAME WAZA: técnicas de inmobilización en el suelo o tatami.
NAGE WAZA: técnicas de proyección.
KANSETSU WAZA: técnicas en las articulaciones.
SUWARI WAZA: técnicas con nague y uke arrodillados.
HAMMI HANTACHI WAZA: técnicas con nage arrodillado y uke de pie.
SUTEMI WAZA: técnicas de sacrificio.
KAESHI WAZA: técnicas de contraataque.
KAKARI GEIKO: ejercicio donde se repite la misma técnica en serie con varias personas.
DE AI: el momento del encuentro entre nage y uke durante la técnica.
KUZUSHI: desequilibrio.
TSUKURI: preparación de la postura para ejecutar la técnica.
KAKE: ejecución de la técnica.

NÚMEROS



Procesos de Evolución (relación directa con la práctica de Aikido, ¿no creen?)

AMPLIAR LA CONCIENCIA
"camino de transformación profunda"

por Master María Inés Figueroa


A lo largo de un día, sus sentidos captan (con las limitaciones que les son propias) el mundo circundante, proporcionándole un cúmulo de percepciones que se convertirán en pensamientos, emociones, ideas y creencias y que luego se llamarán "su realidad". Esta forma habitual de "ver el mundo" definirá su actual ESTADO de CONCIENCIA aquello que percibe y se da cuenta sobre usted mismo y sobre los demás. Aún lo que es percibido y olvidado o captado en forma subliminal (por debajo del umbral de su conciencia) formará parte de su ESTADO DE CONCIENCIA y desde este lugar adquirirá formas características o hábitos de actuar, pensar y/o reaccionar que han de llamarse: su PERSONALIDAD y que tendrá como eje central una estructura llamada "ego".

 
¿Qué pasaría si sus sentidos se alteraran y su percepción de la realidad fuera otra?; sin duda, su ESTADO de Conciencia cambiaría y esto se traduciría en cambios también en su Personalidad.

¿Qué podría ocurrir si el cambio en su ESTADO de Conciencia fuera seguido de progresivas AMPLIACIONES del campo de la Conciencia?... entonces podría usted ir más allá de la estructura de la personalidad y sus mecanismos y avanzar hacia aquello que es previo a todo condicionamiento biográfico: me refiero al ámbito del SER, de lo espiritual y de su relación con lo trascendente. Porque AMPLIAR la conciencia supone extender el mapa del psiquismo incluyendo la experiencia vívida de lo espiritual para poder desarrollarse y evolucionar.

 
Es por esto, que en prácticamente todos los sistemas filosóficos y religiosos, particularmente en Oriente; la AMPLIACION de la conciencia ha sido asociada con el "despertar", "la Iluminación" y la evolución espiritual.

Pero cabe preguntarse: ¿Es la Ampliación de la conciencia sólo un camino de espiritualidad o puede tener otros alcances?... si bien éste "despertar del SER" puede darse en forma súbita y casi espontánea o por la ocurrencia de un suceso relevante en la vida; AMPLIAR la conciencia supone generalmente un proceso gradual de integración de contenidos conscientes e inconscientes sumados a cambios en el nivel de conciencia. En otras palabras, el avance hacia la espiritualidad va de la mano con el avance de la propia Personalidad, en cuanto a su integración y equilibrio. Psicología y espiritualidad convergen, para que aquellas adaptaciones de la personalidad que oriente la psicoterapia puedan expresarse como verdaderas transformaciones en el plano de las conductas; resulta imprescindible, que se produzca un CAMBIO en el NIVEL de la CONCIENCIA.

 
De lo contrario el "ego", adquirirá nuevos conocimientos sobre sí y sobre el mundo circundante, que adaptará y usará para perpetuar el estado de conciencia actual, pero creando la sensación de una pseudo-evolución porque se conoce más o se está mejor informado. Una observación a nuestro Planeta y a los desequilibrios que estamos originando en él, muestra qué ocurre cuando la mayor información y conocimientos no es acompañada por la AMPLIACION de la conciencia que conlleva adquirir niveles cada vez más elevados.

 
Y aquí cabe hacer una acotación: el tipo de conocimiento que adquirimos cuando AMPLIAMOS la CONCIENCIA no depende del intelecto, no llegamos a tal o cuál conclusión por mediación del pensamiento y el análisis. Se trata de una percepción comprensiva, profunda y directa de la realidad , que es "experiencia sin pensamiento" y donde el aporte del intelecto queda a disposición de los requerimientos que genere el nuevo NIVEL de CONCIENCIA alcanzado.

 
La AMPLIACION de la CONCIENCIA abre nuevas perspectivas de lo que significa un proceso terapéutico porque permite alcanzar áreas del psiquismo que no devienen de la necesidad de compensar carencias personales, sino que son áreas que representan ESTADOS superiores de la mente desde donde se generan sentimientos más elevados ( amor, compasión, sentido estético) el éxtasis, intuiciones e inspiraciones. Y éstas áreas al desplegarse tienen un verdadero efecto transformador sobre la persona, son capaces de reparar, estimular y reorientar procesos internos logrando conducir hacia la salud, el equilibrio y el goce pleno. La solución a muchos de nuestros interrogantes, a muchos de nuestros problemas individuales, sociales y a nivel humanidad dependerá de cuánto y cuándo estemos dispuestos a AMPLIAR nuestra CONCIENCIA.

Uso o desuso


UN ÁRBOL CAIDO
 NO SIEMPRE OBSTACULIZA EL CAMINO

En el discurrir de los días los árboles van cayendo, esos árboles que antes obstaculizaban el camino ahora pasan a ser la leña que aviva nuestros fuegos, esos fuegos que se originan en el más profundo rincón de nuestro ser, árboles que la vida nos puso en nuestro camino y que en ocasiones obstaculizaban nuestro avance, pero que a la vez utilizamos para protegernos de los rayos fulminantes del sol, esos rayos que si hubiésemos mirado directamente nos hubiesen cegado y no nos hubiesen dejado continuar nuestro camino.

Es por ello que debemos dar gracias a la vida por ofrecernos árboles donde guarecernos, árboles para utilizar como combustibles, árboles de los que extraer el fruto que nos alimentábamos, porque sin saberlo sin tenerlo, nos nutríamos del fruto de esos árboles maravillosos que mientras nos fueron útiles nos servimos de ellos. Pero debemos de tener en cuenta que aunque esto se produjese de este modo no quiere decir que le debamos nada a los mismos, estos no nos deben esclavizar, así como no debe de hacerlo el cuidado de los mismos.

La vida nos da aquellos que necesitamos para seguir avanzando, evolucionando, pero esto es un arma de doble filo, pues a veces aquello que necesitamos para hacernos más libres nos esclaviza, nos subyuga ante nuestros ojos, y es en ese momento cuando se convierte en un obstáculo en el camino.

No lo permitamos, no dejemos que las herramientas que nos da la vida para ser más libres se conviertan en una carga al no saber prescindir de ellas cuando ya no las necesitamos. Las emociones son parte de esas herramientas que en una etapa primitiva nos sirvieron para sobrevivir ante la adversidad del medio, ahora nos han ayudado a protegernos de los depredadores en los que nuestra sociedad y culturas nos han transformado, depredadores de energía ajena, depredadores que se alimentan del miedo, la inseguridad, la falta de autoestima de los demás. Pero es ahora cuando tenemos que tomar la determinación, es el momento de decidir si usamos las emociones en nuestro beneficio o son ellas las que nos utilizan a nosotros en el suyo.

La Luz Perfecta




En el acontecer de los días, ya sea en la noche, en la mañana, en el silencio del ocaso o en resurgir de cada amanecer, la vida te requiere, te sonríe y te reclama; entonces ¿por qué golpearla?, ¿hasta cuándo vas a seguir perdiendo el tiempo buscando fuera a tu adversario?

La vida te contempla con paciencia infinita, no es ella quien te golpea, sino tu miedo y tu soberbia. Que tu armadura sea tu humildad, el respeto, la comprensión, el amor, la sabiduría y el poder, y que tu espada sea la Verdad.

Por eso te digo: cuando por fin entiendes que el Propósito es luchar para la vida y no para la muerte, esa lucha contra la vida se convierte en un baile en el que te fundes con ella y te muestra con Amor Incondicional por qué caíste tantas veces, y lo hará sin juzgarte.

Y así, cuando sientas ese baile con la vida, te fundas con ella, moviéndote armónico al ritmo de la música que te marca el Universo, sintonizando con lo que realmente eres, ahí y solo ahí es cuando empieza ese arte de la más pura luz en movimiento que es el Aikido.






CEREMONIA DEL POSTE POR LA PAZ

La ceremonia del Poste por la Paz, consiste en la "plantación" de postes que llevan una frase por la paz que invita a la meditación y a la reflexión. Existen muchos en diversas partes del planeta.

El poste que había en Mecina llevaba la frase "Que la paz prevalezca en la tierra" en cuatro idiomas: árabe, japones, inglés y español. Además se añadió un quinto idioma, el noruego, solidarizándose con la desgracia que ha sufrido aquel país.

Algunas personas leyeron textos alusivos a la paz y a su conexión con el Aikido, y finalmente se leyó en el mayor número de idiomas posibles esa misma frase: francés, holandés, noruego, árabe, inglés, japonés, etc.
 
 

POSTE POR LA PAZ EN LA TIERRA

Artículo de Exhibición en Mecina




FOTO CONMEMORACIÓN 4º DAN

CONMEMORACIÓN

(En primer lugar quiero pedir disculpas por la tardanza de esta publicación, pero me ha sido imposible hacerlo antes)

El pasado 21 de Junio tuve la oportunidad de compartir con la familia MUSUBI, uno de esos días inolvidables, uno de esos días que hacen que esta familia sea más grande si cabe, haciendo alusión a la grandeza de los mismos.

Una vez más los musubis estuvieron a la altura de lo que se les exigía, e hicieron un gran esfuerzo por asistir a esa ceremonia de conmemoración. Con la ayuda de todos se consiguió no solo celebrar el cumpleaños de nuestro Sensei, sino la superación de su examen de 4º Dan. Gracias a vosotros y este esfuerzo se propició un encuentro de sentimientos, un acercamiento de intenciones, una aproximación de emociones, que solo es posible gracias a él, al Chen.

En este momento tengo el atrevimiento de dar las gracias en nombre de toda esta familia, al creador de la misma, a esa amalgama que une las piezas y que hace que permanezca unida entre sí, a esa persona que, todos los que formamos parte del MUSUBI, un día tuvimos la inmensa fortuna de cruzarnos en nuestras vidas, y permitió que nuestras vidas diesen un paso adelante, permitió que más de uno decidiese que mucha de la carga que llevaban arrastrando mucho tiempo, empezase a desprenderse.

Por supuesto, estoy hablando de esa persona comprensiva, tolerante, paciente y tan entregada al Aikido, que ha hecho que todos sintamos un gran cambio en nuestras vidas, que nos apasionemos con un arte marcial que no deja indifirente, que amemos con más ganas, ilusión y entrega que nunca. Por todo ello, y todo lo que la extensión de este texto no permite expresar, LUIS un infinito de GRACIAS, y que solo podemos devolver intentando transmitir aquello que nos has inculcado.

LA CEREMONIA DEL MISOGI

The Founder of Aikido, Ueshiba Morihei O’Sensei (whose mitama is enshrined at Gyomando of Tsubaki Grand Shrine in Japan and at Tsubaki Kannagara Jinja) said:

Ueshiba O'Sensei the Founder of modern Aikido said:

"Aikido wa Misogi desu"
"Aikido wa Budo desu"

The meaning is:

As for Aikido, it is the way of purification of all things
As for Aikido, it is the martial path

"When the founder of Aikido, Venerable Morihei Ueshiba, visited Tsubaki O Kami Yashiro - head shrine of Sarutahiko-no-O-Kami - and made special prayer, the secret of waza was brought forth through the divine revelation. Since then day and night he practiced Misogi Shu Ho to reach the state of unity between the Kami (divine beings) and human beings.

Venerable Morihei Ueshiba cultivated spirituality so profoundly that he created Takemusu Aiki, and he taught the great power and wisdom of Sarutahiko-no-O-Kami to students of Aiki. Later he was able to show Jintsuriki, special divine power. Jintsuriki means that Shinriki - or the ki of the Great nature - is transformed to Jinriki or, actual power or waza, which will be delivered by man after being absorbed and accumulated by man's spirit, mind and body. "

"Master Morihei Ueshiba, the founder of Aikido, visited Tsubaki grand shrine in spring of 1958, guided by master Michio Hikitsuchi of Kumano Aikido dojo. As soon as master Ueshiba arrived at the shrine, he told me he would practice the misogi (a waterfall purification) at Konryu-Myojin's waterfall of Tsubaki Grand Shrine, and he practiced misogi with me.

Then he participated in a purification ceremony at Haraiden (the Shrine purification hall), and prayed at Honden (the main sanctuary). After I finished reciting the Norito (prayer) he chanted, "Su-U-Ah-Oh-Uh-Eh-Ih" then took the wooden sword and offered several Aikido moves to OhKami. At that time he said, "these are the basics of Aikido. Moves which unite the being with the great nature, all of them given by Sarutahiko-no-O-Kami." He continued, "Aikido is misogi. Misogi of ourselves. Aikido is the way of misogi itself, the way to become Sarutahiko-no-O-Kami and stand on the Ame- no-Ukihashi (the bridge between heaven and earth). In other words, the skills of misogi are Aiki, the way of uniting heaven and earth, the way of world peace, the way of trying to perfect humanity, the way of the Kami, the way of the universe.

He rested at my house and he told me and my father, "I have been given many teachings by Sarutahiko-no-O-Kami. OKami told me, 'By the work of Takehaya Susanowo no Mikoto, you will worship the Ame no Murakumo KuKamisamuhara Ryu O (Kami of Takemusu) and build an Aiki shrine and dojo.' Then I built the Aiki shrine and dojo in Iwama, Ibaragi prefecture in 1940. Since then I have been searching for the main shrine of Sarutahiko-no-O-Kami. I heard Tsubaki Grand Shrine is the main shrine of Sarutahiko-no-O-Kami, so I visited here today."

After that day master Ueshiba visited the shrine many times a year. When he came to the shrine in 1959, he said he would like to enshrine Sarutahiko-no-O-Kami at the Aiki shrine. In July 1960 I, instead of my father, took the Goshintai of Sarutahiko-no-O-Kami (statue of Sarutahiko-no-O-Kami) to the Aiki shrine in Iwama and performed the enshrinement ceremony. I went there with Mr. Shoji Gomi, who made the Goshintai, Mr. Akihide Isokai, and Mr. Masanori Fukuchi, shrine supporters. I remember that day: Master Ueshiba had great joy. It was a big ceremony with many participants, including master Kisshomaru Ueshiba of the Tokyo dojo.

After that he came to the shrine often. He planted a tree by the waterfall of the shrine. That tree remains there today.

I think master Ueshiba's words, "Aikido is misogi" are true. Human beings are born as children of the Kami and can become Kami. Misogi is the practice of uniting with the great nature and uniting with the universe. Of course humans have flesh and blood, but by practicing misogi we can elevate our spirits. At the same time, Aikido misogi is a way of harmonizing heaven and earth, a way of producing harmony and a way of uniting everything with the Kami. In other words, Aikido and misogi erase the mind that fights and and create a heart of harmony, a way of having a heart of Kami and a way of becoming the Kami of Takemusu.

Later, he had a trip to Hawaii. He went to attend the opening of an Aiki dojo. When he returned from Hawaii, he came to the shrine and reported his trip to Sarutahiko-no-O-Kami. He told me that he finished the misogi of Hawaii and showed me the key he had received as an honorary citizen of Honolulu.

In 1967 Mr. Akihide Isokai came to the shrine. At that time master Ueshiba said, "I can't go by myself already. At last the time has come. I would like to give Sarutahiko-no-O-Kami my address." So he sent mr. Isogai instead of himself.

Now I remember these things. These things remain with me, the faith of master Ueshiba and the Ueshiba who became Kami.

I would like to pray that the spirit of master Ueshiba shines on.

I am very glad that we enshrined him as one of the leaders at this Kototama ceremony."

Written by the honorable Rev. Dr. Yukitaka Yamamoto


KAMIDANA Y OFUDA



Una parte tradicional de la visita de los Santuarios Shinto es recibir Ofuda y Omamori. Omamori es “ un amuleto protector anual “ imbuido con el Fuku de Okamisama (Buena Suerte, Poder Protector, bendiciones).

Historia del Kamidana

El Kamidana se coloca para albergar el Ofuda (Símbolo Anual de Okami). Tener el Kamidana/Oyashiro en tu casa o dojo genera un verdadero y placentero sentimiento de frescura.  Todo el mundo puede salir por la mañana, haciendo una reverencia y dando palmadas (gesto shintoista) para dar gracias a Taiyo (Sol/Progenitor Solar). El Shinto nos enseña que nosotros recibimos nuestra vida de Amaterasu OmiKami ( Kunitsu Kami Primordial). Cuando nosotros podemos agradecer sinceramente al Sol darnos nuestra vida experimentamos el sentimiento y pensamiento Shinto.

Amaterasu-OmiKami fue consagrada al Gran Templo de Ise en la prefectura de Mie. Fue entregada como un Tesoro sagrado por su padre "Izanagi-no-Mikoto". Estos tesoros deben ser consagrados como Kami. El actual Kamidana tiene una profunda relación con el Gran Templo de Ise. El Gran Templo de Ise o "Jingu" está en Ise en Mie. Jingu está compuesto de una gran cantidad de pequeños templos, centrados alrededor de "Kotaijingu" y "Toyouke-Daijingu"...Este es el más grande y reverenciado de todos los Templos Shinto en Japón.

El propósito del “O-Ise-manari” o peregrinaje a Ise es expresar gratitud por las bendiciones (ofrecidas por los dioses) y aprovechar el Templo del Progenitor Solar o padre de nuestro sistema solar de quien nosotros dependemos para vivir. En el periodo Edo, las “Ise-Kou” (fraternidades) se formaron en cada rincón de Japón y cuando un peregrinaje se hacía a Jingu el amuleto o “Ohari-taima” se llevaba a casa. Estos Oharai-taima también eran distribuidos a través de Japón por el sistema Ise-Kou o “Onshi”. 

Es por todo esto que el “Daijingu-dana” o casa especial santuario, era creada para consagrar los amuletos del Gran Templo de Ise y fueron estas practicas las que dieron origen a los actuales Templos de las Casas o “Kamidana”.

(Como instalar el Kamidana)

Primero, se debe purificar el lugar. Antes de instalar el Kamidana se debe limpiar (purificar) tu hogar o dojo. Además elige un lugar que sea puro, iluminado, tranquilo y alto y lo ideal es que este en el rincón familiar, adecuado para hacer ofrendas con comida a los Kami, adecuado para las oraciones diarias, en una pared orientada de norte a oeste (así las puertas del Kamidana se abrirán de sur a este).

Si hay otra planta por encima del Kamidana será mejor escribir la palabra “Kumo” (cielo) en un trozo de papel y colocarlo sobre el Kamidana, así la gente del piso de arriba no estará andando sobre el Kamidana. Otro aspecto a tener en cuenta es colocar el Kamidana por encima de la altura de la cabeza, todas las partes del Kamidana. Por favor coloca ramas con hojas perennes en un recipiente especial (sakaki tate). Un cuerda especial de cáñamo (shimenawa) con formas de papel (shide ) deberían estar sobre el Kamidana.

OFUDA

El Kamidana debe contener el Ofuda en su interior y hay muchos tipos de Ofuda al igual que hay muchos templos en Japón. El Gran Templo de Tsubaki tiene tres tipos: Jingu Taima, el Ofuda de Amaterase Omikami (Kami del Sol). Sarutahiko-no-O-Kami (Ancestro de todos los Kami terrenales y Guardián del Aikido) y Ame-no-Uzume-no Mikoto ( Kami del movimiento, meditación, armonía y mujer de Sarutahiko-no-O-Kami). Cada año se deberían renovar los viejos amuletos en tu templo y recibir el nuevo.

Ofrendas al Kami

Las ofrendas alimenticias son llamadas Shinsen (nombre que se da también a los utensilios especiales donde colocamos las ofrendas). Generalmente el Shinsen es arroz (kome), vino de arroz (sake/O-miki), agua (Omizu), y sal (Oshio). Estas deben ser cambiadas diariamente. Después de quitar la ofrenda debes comértela (naorae).

Ofrenda de Oraciones al Kamidana

Después de “kensen” ofrenda alimenticia, por favor oriéntate de cara al Kamidana y consagra la comida, da gracias por los dones de la vida y promete esforzarte (dar el máximo). Entonces inclínate dos veces, palmea dos veces e inclínate otras dos veces.